El IBI del Pabellón Puente y la Torre del Agua subirá al dejar de ser BIC

Zaragoza 20 de Enero de 2020

Casi doce años han pasado ya desde que el Pabellón Puente de Zaha Hadid y la Torre del Agua de Enrique de Teresa, dos iconos de Zaragoza y de la arquitectura moderna, abrieran sus puertas para la Expo. Desde que esta finalizó, la gran pelea ha sido recuperarlos para la ciudad que les vio levantarse de la nada y, en paralelo, una disputa constante entre la DGA, dueña de ambos inmuebles que gestiona la sociedad Expo Zaragoza Empresarial, y el ayuntamiento, por la difícil tarea de cobrarle al primero el IBI. Ahora, nada es lo que era: han dejado de ser Bien de Interés Cultural (BIC) y su recibo se disparará.

Cuesta creer que ambos inmuebles dejen de ser considerados como tal y, en consecuencia, no cuenten con esa especial protección por parte de la Administración que se les concede a este tipo de iconos arquitectónicos. Pero también costaba entender, allá por el 2014, que la DGA emprendiera su catalogación justo cuando el Gobierno municipal, entonces con Juan Alberto Belloch de alcalde –y Luisa Fernanda Rudi de presidenta de Aragón–, decidió impulsar que se le girara el recibo del IBI como cualquier edificio de la capital. Eso derivó en dos procedimientos judiciales que ya han finalizado, con una silenciosa resolución que obliga a pagar a la DGA. Y de qué forma.

El último fallo judicial, publicado en julio del 2019, va a traer como consecuencia que el recibo del IBI para ambos inmuebles se encarezca este año, según los cálculos del ayuntamiento, más de un 40% con respecto al ejercicio anterior. Esa sentencia, que el Gobierno aragonés decidió no recurrir, venía a declarar nulo el decreto por el que se catalogó al Pabellón Puente y a la Torre del Agua como BIC de Aragón. Aquella decisión incluía a otros ocho edificios singulares que podrían correr la misma suerte ahora: el Pabellón de España, el de Aragón, el Palacio de Congresos, el Acuario fluvial, la pasarela del Voluntariado, el Puente del Tercer Milenio o el hotel Hiberus, entre ellos. Pero el fallo invalida ese acuerdo unilaterial, y ahora empezarán a sufrirse, con el IBI del 2020, las consecuencias de esa decisión.

En concreto, para el Pabellón Puente, el recibo que el año pasado fue de 149.565,39 euros, para este ejercicio ascenderá a 213.664,84, es decir, 64.099,45 más en solo un año, un 42,8% de incremento. Respecto al de la Torre del Agua, el aumento le llevará a Expo Zaragoza Empresarial a abonar un total de 201.735,59 euros en este 2020, 60.520,68 más que los 141.214,91 que le correspondía desembolsar siendo Bien de Interés Cultural.

Esta es, en euros, la diferencia de ser o no ser BIC, una catalogación que en su día se impulsó, precisamente, para evitar pagar este impuesto que ya están pagando. Pero no es un tributo que se abone ahora, ya que otra sentencia judicial, anterior a la de julio del 2019, ya le obligaba a pagarlo. En aquel litigio, iniciado por el Gobierno aragonés, lo que se discutía era la obligación que el consistorio defendía de tener que pagarlo cada año. Incluso habiendo sido declarado BIC por ese decreto, los tribunales sentenciaron que sí se estaba desarrollando actividad económica en el interior de ambos edificios. Tanto en el Pabellón Puente como en la Torre del Agua, cedidos de forma notoria para el rodaje de anuncios publicitarios o, en el caso del segundo, para eventos de relumbrón con la cita que Volkswagen llegó a celebrar en el edificio diseñado por Enrique de Teresa. Fueron iniciativas privadas por las que la sociedad gestora cobró un alquiler y, por tanto, generó ingresos su explotación.

OBLIGADOS A PAGAR // Aquel pulso en los tribunales trataba de recurrir los recibos del 2015 y el 2016 del IBI que, finalmente, se tuvieron que abonar por un fallo judicial que sostenía que, efectivamente, no cabía la exención fiscal que la ley contempla para los inmuebles que son BIC. Una de las excepciones en esa gratuidad fiscal era, precisamente, la de que existiera una actividad económica. Así, ambos inmuebles debían pagar como ya lo hacía el hotel Hiberus, por ejemplo, incluido en aquel decreto pero con una actividad empresarial en su interior. Y entonces aún no estaba en discusión la impugnación de tal decreto.
Eso llevó a girarle unos primeros recibos en los que la cuantía a desembolsar era, más o menos, la mitad de lo que va a tener que pagar en este 2020. En torno a 113.000 euros por la Torre del Agua y 120.000 del Pabellón Puente.

Sin embargo, ahora que ya no son BIC, se abre una vía interesante para el futuro. En el caso del Pabellón Puente, ya lo tiene asegurado como sede del Mobility City que gestionará la Fundación Ibercaja. En cuanto finalicen las obras que ya se están desarrollando en su interior, empezará el proyecto museístico y a finales de este año o principios del 2021 ya estará en marcha. Cobrando entrada, es de prever, la exención fiscal ya tenía fecha de caducidad. Y el IBI pasaría a pagarlo la entidad.

Respecto a la Torre del Agua, el hecho de no recurrir la impugnación del decreto, lleva a pensar que usos futuros que en su día fueron descartados por su catalogación (no cabía cualquier actividad), ahora podrían renacer o aceptarse otros que no se podían ejecutar. Ambos edificios ahora tienen la misma consideración que cualquier uso industrial. Y eso en Zaragoza, en el IBI, supone pagar un IBI diferenciado, pero los beneficios que esto genera pueden superar con creces las obligaciones tributarias. 

Fuente: El Periodico