Expo Empresarial prevé ya beneficios

Zaragoza, 29 de Febrero de 2016

La sociedad pública Expo Zaragoza Empresarial prevé este año dejar los números rojos gracias al impulso del arrendamiento de oficinas y la reducción de los intereses, lo que le permitirá afrontar sin sobresaltos la amortización de su deuda millonaria.

Su equipo directivo acaba de revisar el plan de negocio para el periodo 2016-2027 y está convencido de generar los «recursos suficientes» para saldar el préstamo de 108 millones de euros en los doce años convenidos con la Corporación Empresarial Pública de Aragón.«Se estima que la sociedad va a obtener beneficios durante todo el periodo», señala la memoria. La mejora en la ocupación de los doce edificios de oficinas en los que se transformó el área de pabellones internacionales será sustancial para equilibrar al fin las cuentas.

Para ello, se ha optado por reducir los precios y ajustarlos a los vigentes en el mercado inmobiliario de Zaragoza. Lejos de tirar sus tarifas, se han establecido «condiciones especiales» con las que fichar grandes clientes y sellar operaciones que se consideren estratégicas dada la entidad de la empresa, su potencial crecimiento o la superficie requerida. Desde la pasada primavera, se han cerrado cinco operaciones (SCI, Mas Prevención, GMV, Accen y Expertus) que suman menos de 1.000 metros cuadrados.

El año pasado se cerró con una ocupación que rozaba los 96.000 metros, lo que supone un 60% de la superficie total del macrocomplejo judicial y de oficinas de Ranillas. Solo en alquileres se prevé obtener este año 10,9 millones de euros e ir incrementado la cifra hasta alcanzar los 12,8 en 2027, para lo que se confía en ocupar el 85% de los edificios. La comercialización está dando sus frutos porque se han vendido o alquilado oficinas a 38 organismos y empresas públicas y privadas. «Llevamos un ritmo de explotación lógico, con una demanda sostenida que nos permite contar con cuatro o cinco operaciones vivas», señalaron fuentes oficiales de la sociedad.

Las únicas ofertas para comprar oficinas siguen siendo a precios muy reducidos, a 1.200 euros por metro cuadrado, por lo que se ha descartado directamente las ventas «a corto plazo».

Lo único que se prevé enajenar es el cubo de cristal que sirvió de sede de la Expo (en 2019) y una parcela cercana (en 2020), aunque a partir de 2025 sí confían en activar de nuevo la venta de oficinas.

En total, se espera recaudar por este concepto otros 55,6 millones. Con recursos propios, Expo Zaragoza Empresarial plantea invertir 16,27 millones en terminar de acondicionar los edificios de oficinas, acompasando el ritmo de obra a la demanda . «Se encuentra directamente relacionado con las necesidades de superficie terminada que plantea el plan comercial», recoge el documento, que planifica el grueso de los trabajos en los próximos seis años.

Igualmente, Expo Zaragoza Empresarial pretende solventar el abandono que sufren los locales del frente fluvial, aunque posterga la intervención hasta los años 2019-2020. Estos trabajos supondrán una inyección adicional de 2,8 millones de euros, pero aún hay que concretar su destino final tras los vaivenes de los últimos años. «El Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza, que son los accionistas, deben ponerse de acuerdo para saber cómo integrar el frente fluvial en el parque empresarial», señalaron desde la empresa.

Lo que sigue en el aire es la transformación de tres de los cuatro pabellones situados frente al cauce, que seguirán en su actual estado, sin remodelar siquiera sus cerramientos provisionales. La explicación oficial es que las obras serían muy caras sin que exista ahora demanda para su ocupación, por lo que es más útil dejarlos como están, en bruto, como «zona de reserva». Así, se podría dar respuesta a potenciales clientes que quisieran adecuar y diseñar un edificio a su medida.

El capítulo de ingresos se completa con los beneficios adicionales por la explotación fotovoltaica instalada en la cubierta de las oficinas, los cánones de las concesiones y por la gestión de las comunidades de propietarios, lo que permitirá superar los 251 millones en doce años. Además, la decisión de la DGA de que la Corporación Empresarial Pública asumiera la posición acreedora que hasta octubre entonces tenían los bancos supondrá un sustancial ahorro en intereses.

Para hacerse una idea, los gastos financieros ascendieron el año pasado a 9,7 millones y en este ejercicio se reducirán a 2,7 millones. Además, la beneficiaria de los intereses y de las amortizaciones será ahora la Administración. Para adecuar los pagos a la marcha económica de la empresa pública, se ha propuesto una  cuota fija (47 millones) y otra variable (61,1) «en base a las ventas y otro tipo de ingresos adicionales» . Y el tipo de interés será variable «en base a resultados, en función de una serie de indicadores de la actividad económica de la empresa», al tratarse de un préstamo participativo.

Los edificios emblemáticos, sin uso ocho años después

Los cuatros edificios emblemático de la Expo, los pabellones de Aragón y de España, el Pabellón Puente y la Torre del Agua, siguen vacíos y a la espera de que las instituciones aclaren su futuro casi ocho años después de que abrieran por primera vez sus puertas. Los dos primeros edificios son de titularidad autonómica y estatal, respectivamente, y ningún gobierno los han rescatado del abandono, que hace mella en sus fachadas: la del pabellón de Aragón, llena de pintadas y la del de España, con desprendimientos de losas. Tampoco corre mucha mejor suerte el Pabellón Puente, pendiente de su conversión en centro cultural por la entidad a la que se cedio el uso (Ibercaja) ni la Torre del Agua, devuelta por CAI a la Expo. Ambos edificios se declararon Bien de Interés Cultural para evitar pagar el IBI, lo que llevó también el año pasado a suspender cualquier alquiler. Sin embargo, el Ayuntamiento emitió igualmente el recibo, por un importe de 275.000 euros. La sociedad ha recurrido y no está dispuesto a plantear usos para la Torre, como viene planteando el equipo municipal, mientras no se solvente el litigio.

Fuente: Heraldo

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