El Gobierno cede el Pabellón de España de la Expo por 30 años

Zaragoza 12 de Octubre de 2018

El Gobierno central cederá a Aragón el pabellón de España de la Expo “por 30 años prorrogables”. Fuentes del Ejecutivo autonómico confirmaron ayer a este diario que el acuerdo se cerrará en la comisión bilateral de noviembre. La cesión, explicaron desde la Delegación del Gobierno, “será gratuita o tendrá un coste simbólico”, aunque será el Gobierno de Aragón el que deberá hacerse cargo de los costes de la puesta en marcha y de su posterior mantenimiento. La intención es que el pabellón, uno de los iconos sin uso de la Expo 2008, se convierta en una de las sedes del proyecto Expo Innova, que incluye la creación de un campus de Formación Profesional digital y un centro de agroalimentación en Ranillas.

El Ejecutivo autonómico perfilará su propuesta este mes para poder presentar un proyecto concreto a Sánchez. Fue el propio presidente de Aragón, Javier Lambán, quien, en su reciente reunión en La Moncloa, trasladó la reivindicación al líder del Gobierno central. Aunque hasta la fecha apenas han trascendido detalles, desde la DGA incidieron en que para noviembre todo estará bastante avanzado. El Gobierno autonómico pretende que el presupuesto de 2019, si es que llega a aprobarse, incluya una primera partida para este proyecto, cuyo coste tampoco ha sido detallado.

Este, aseguraron desde la Delegación del Gobierno en Aragón, será un requisito imprescindible para cerrar la cesión. El Ejecutivo de Lambán tendrá que hacer “una solicitud formal” y precisar para qué quiere el edificio –declarado Bien de Interés Cultural– y qué partida invertirá en su readecuación. Hasta que no lo haga, advirtieron desde la Delegación, no se activará el ‘mecanismo’.

El Gobierno central también exigirá que la filosofía del proyecto respete la del pabellón de España. Aunque la fórmula exacta se  cerrará en la bilateral, la Delegación confirmó que la cesión no será definitiva, sino que se aprobará para un periodo de 30 años con opción a prórroga. Aseguró, asimismo, que la disposición del Gobierno central es “total” y que a partir de ahora, el Ejecutivo PSOE-CHA “marcará los plazos”.

Una vez se firme el convenio, la Delegación hará de intermediaria entre el Gobierno de España y el de Aragón. La propia delegada, Carmen Sánchez, inició contactos con la Administración este verano para aclarar cómo tendría que producirse la operación.

Para la asociación Legado Expo, la cesión del pabellón de España es una “fantástica noticia”. Su presidente, Juan Antonio Ibáñez, aseguró que “la experiencia de la Exposición de Sevilla del 92 evidencia que es mucho más sencillo reactivar el edificio si su gestor está en Aragón”. “Es positivísimo. Hablamos de un icono de un gran prestigio arquitectónico”, señaló.

El pabellón de España estuvo llamado a ser sede del Instituto de Investigación sobre el Cambio Climático. También se pensó en él para acoger posgrados de la Universidad de Zaragoza, una opción que quedó descartada por los costes de readecuación. Recientemente, fue propuesto por una fundación de paleontología para acoger un museo con recreaciones de dinosaurios, pero ninguna de estas ideas se llevó a la práctica.

El edificio costó más de 30 millones de euros, cantidad a la que hay que sumar la reparación de los desperfectos en su cubierta y sus columnas. Solo en los últimos años se han tenido que invertir cerca de 560.000 euros.

Para su arquitecto, Patxi Mangado, los problemas que arrastra el pabellón desde 2008 se deben al paso del tiempo. El Gobierno central, en cambio, presentó una demanda judicial en 2017 por considerar que obedecían “a una ejecución defectuosa”, una polémica que se resolvió este verano. “El juez condenó al Estado a pagar hasta las costas. Dijo que los desperfectos no eran responsabilidad ni del arquitecto ni de la constructora”, aseguró ayer Mangado.

Para él, la cesión al Gobierno de Aragón es una buena noticia “siempre que signifique que el pabellón se va a reutilizar”.

Un interior por explotar

Mangado sostuvo que el coste de adaptación es “mínimo” y que bastará con invertir “unos dos millones de euros”. Ibáñez, por su parte, mantuvo que el interior del edificio, cerrado desde el 14 de septiembre de 2008, está “en un estado óptimo”. Su situación nada tiene que ver con la del pabellón de Aragón, otro de los iconos que el Gobierno de Lambán mantiene sin uso. “Solo habría que estructurarlo y tabicarlo conforme a las necesidades del proyecto”, razonó. Celebró, asimismo, que el pabellón vaya a ‘despertar’, ya que su deterioro podría acentuarse de continuar cerrado.

Fuente: Heraldo