Respecto al Telecabina

Zaragoza, 23 de Diciembre de 2010

Sin ninguna oportunidad

 En estos tiempos de crisis resulta impensable mantener abierta cualquier actividad o empresa que genere perdidas a las arcas municipales. Una vez dicho esto, si definitivamente se opta ahora mismo por desmontar el telecabina, se habrá ido sin haberle dado ni una sola oportunidad.

La zona de lo que fue la expo, está en un proceso de transformación, que culminará en 2012 con la apertura de el museo de la Torre del Agua, Pabellón Puente, el CAT, la Milla Digital, y el Palacio de Congresos y el Parque del Agua a pleno funcionamiento. Igualmente Dinamiza y Fluvia estarán ya funcionan con sus zonas de ocio, bares, restaurantes, cines , y gimnasio, así como la inminente apertura entonces de la ciudad de la Justicia.

Será entonces cuando se pueda conocer si realmente el telecabina es rentable o no. Hasta el momento ha tenido que sobrevivir sin mas vida y atractivo que sobrevolar las obras,  “de ningún sitio a ninguna parte”, y será junto en el 2012 cuando el trayecto tenga la vida y el atractivo que ya tuvo en el verano de 2008.

Igualmente, son muchos los eventos por lo que se está optando en la ciudad: Zaragoza 2016, Olimpiadas de Invierno, Expo Paisajes 2014, y la existencia de un atractivo turístico como el telecabina puede ser un elemento diferenciador respecto a otras candidaturas.

Eliminar ahora el telecabina es no haberle dado ninguna oportunidad, y por lo tanto, desperdiciar un elemento turístico parara la ciudad., Se puede y se debe buscar una solución al coste de mantenimiento, y todos deben aportar ideas, bien integrando el servicio en la red de transporte urbano, incluyendo el viaje en las entradas y otros servicios de la zona, o aprovechar el escaparate de las cabinas como soporte publicitario. Entre todos se debe y se puede encontrar un solución para esperar a que la zona esté completamente abierta y si después el telecabina sigue sin funcionar, entonces  mandarlo a la chatarra. No antes. Sino habremos caído en  el mismo error que ya se cometió en Sevilla hace 18 años y del cual aun hoy se está arrepintiendo.