El apartotel de la Expo, vendido por cerca de 4 millones de euros

Zaragoza, 15 de Diciembre de 2016

Con nueve años de vaivenes constantes sobre su futuro, los mismos que lleva la obra paralizada y abandonada, el apartotel de la Expo, ubicado en el parque del Agua de Zaragoza, por fin tiene un futuro claro. En menos de dos años estará funcionando como residencia privada para la tercera edad gracias al acuerdo para su venta alcanzado el pasado mes de noviembre entre el propietario de este esqueleto de hormigón en el recinto de Ranillas, el banco Novobank, y su nuevo dueño, el grupo Vitalia Plus. Ya han pactado su traspaso por «cerca de 4 millones de euros» para una inversión privada de la que se conocen ya algunos datos: su voluntad de iniciar los trabajos cuanto antes, su intención de invertir cerca de 7 millones en total, incluyendo las obras. estrenar el centro en el 2018 y su objetivo de crear con él hasta 100 puestos de trabajo.

Nueve meses han tardado en salvar el principal escollo que amenazaba esta operación: el sistema de calefacción del parque al que todas las concesiones y negocios están obligados a engancharse. Gestionado por la empresa Districlima desde que se le adjudicó en el 2007, el edificio DHC de generación de frío y calor en todo el meandro de la Expo se presentaba como un hándicap insalvable el pasado mes de marzo. Ahora, tras más de ocho meses intentando evitarlo, Vitalia Plus ha accedido y deberá abonar «unos 80.000 euros» por dar de alta su instalación con este sistema.

ADIÓS AL «CASCARÓN» // Una vez decidido por parte de la empresa especializada en el cuidado de la tercera edad, la firma de la venta era puro trámite. Hasta en tres ocasiones se tuvo que reunir el Ayuntamiento de Zaragoza con la empresa Vitalia Plus para negociar y convencerles de que no desistieran de su compra. Al fin y al cabo, aunque la firma tiene ya dos instalaciones en la provincia –en Cariñena y Santa Fe–, su apuesta era la de crear un centro de referencia en la capital aragonesa aunque la operación se estaba dirigiendo desde Sevilla, con el responsable del proyecto.

El parque del Agua era su emplazamiento adecuado y Zaragoza necesitaba algo así para dejar de tener un macroproyecto inacabado con vistas al parque empresarial de la Expo y la Ciudad de la Justicia. «Lo importante es haber convertido en empresa y empleos un cascarón que llevaba casi nueve años abandonado», declaró ayer a este diario el responsable de Economía del consistorio, Fernando Rivarés.

El ayuntamiento llevaba, al fin y al cabo, los mismos nueve meses entre la espada y la pared en todo lo referente a la compraventa del apartotel. Por un lado, comprendía los reparos de Vitalia Plus a engancharse a un sistema como el de Districlima porque la factura que esto genera está, como mínimo, un 20% por encima del precio de mercado, pero por otro, también debía ser el garante de la legalidad y de su obligación de hacerlo. Como todos los demás negocios del parque.

Porque en el meandro de Ranillas solo se han hecho dos excepciones para no recibir el suministro: el hotel Hiberus y el Mercadona. En ambos casos, porque se interpretaba que las instalaciones procedían de una venta de suelo, no de la adjudicación frustrada de una concesión pública para crear un alojamiento turístico que, con inversión y gestión privada, nunca salió adelante por los problemas económicos de la empresa que ganó el concurso público.

OBRAS EN EL 2017 // Pero el proyecto para hacer la residencia de mayores en Ranillas está más que avanzado. Vitalia Plus ya ha manifestado su intención de comenzar las obras «cuanto antes», en cuanto consigan las licencias preceptivas. Todo apunta a que los trabajos se iniciarán el año que viene y tendrán una duración estimada de un año. Las partes más problemáticas, la cimentación y estructura, ya están finalizadas, aunque esta última se encuentra muy deteriorada.

Queda mucho por hacer en un edificio que, por fortuna, se adapta a las necesidades de su futuro uso. Y que ya no será un alojamiento turístico, como se prometió en la Expo.