Vecinos y deportistas alertan de las "graves consecuencias" de la nueva gestión del azud

Zaragoza 6 de Enero de 2019

 

Vecinos y deportistas alertaron ayer de las “desastrosas” consecuencias que tendrá la nueva gestión del azud para el deporte aragonés y la ribera. Ambos rechazaron la orden del gobierno de ZEC de abatir las compuertas al menos dos días por semana para eliminar la lámina de agua y criticaron la “falta de información” que rodea a esta decisión, efectiva a partir del día 8.

El presidente de la Federación Aragonesa de Piragüismo, José María Esteban Celorrio, califica la medida de “arbitraria”. “Si se lleva a efecto será un desastre. Supondrá que en el entorno del azud no se podrá entrenar ni hacer competiciones. Es un despropósito, no tiene ninguna razón de ser”, opinó. Criticó, asimismo, “las formas” del Ayuntamiento. “Nos han citado a una reunión el día 16, pero empezarán a aplicar los cambios el próximo martes. Estamos muy enfadados y se lo vamos a hacer saber”, adelantó.

Para Pablo Polo, secretario de la asociación de vecinos de Vadorrey, la decisión es fruto de la postura “trasnochada y equivocada” de ZEC. “Es un tremendo despropósito. Sobre todo si se tiene en cuenta que se ha demostrado que el azud no ha supuesto ninguna afección negativa para las personas, la naturaleza o la economía y que los cambios en la lámina de agua podrían entrañar la desaparición de la fauna piscícola y aviar”, aseveró.

En su opinión, la nueva gestión “no va a conducir absolutamente a nada”. “Es lamentable que sigan tirando el dinero así cuando no se están atendiendo las riberas”, expuso. Su postura coincide con la de Javier Arjol, presidente del Centro Natación Helios. “Lo importante es que se limpie el cauce. Lo demás son paños calientes”, afirmó. A su entender, el Consistorio tendría que centrarse en limpiar las gravas acumuladas durante años. Arjol recalcó que los deportistas necesitan “una lámina de agua estable”.

El Monkayak será uno de los clubes más afectados. Selma Palacín, delegada de la sección de piragüismo, asegura tener una opinión “muy clara”, si bien prefiere esperar a la reunión del día 16. “Confiamos en que allí expliquen todo”, dijo. El problema, coinciden los deportistas consultados, está en que el ciclo que propone ZEC, que se aplicará siempre que el caudal del Ebro sea inferior a los 250 metros cúbicos por segundo –en el momento en que supere este volumen se producirá un “abatimiento total”– hará que el azud permanezca sin agua “durante prácticamente toda la semana”. “La lámina de agua tarda entre dos y tres días en recuperarse”, apuntó José Manuel Larroy, del Club Náutico, al tiempo que alertó de que la nueva gestión “hundirá al remo y al piragüismo”.

Sin sitio para todos

Los afectados rechazaron los argumentos de ZEC, que sostiene que esta fórmula “permitirá una mayor permeabilidad a los restos sólidos que arrastra el río”, y aseguraron que “lo único que quiere el Ayuntamiento es eliminar el azud”. “El remo entrena allí prácticamente en su totalidad”, recalcó Larroy, que teme que los deportistas no tengan espacio suficiente para practicar una vez que entre en vigor el nuevo modelo. “Hay que tener en cuenta que el río era antes mucho más ancho. El año pasado ocurrió algo parecido cuando se estropeó el azud. Hubo que entrenar entre el puente de La Almozara y el de Piedra y se produjeron al menos dos accidentes entre remeros”, recordó.
Los ecologistas insisten en desmantelarlo y piden cuidar la fauna

El colectivo ecologista Amigos de la Tierra valora positivamente la nueva gestión del azud, pero insiste en que el objetivo final debe ser “su desmantelamiento”. Su portavoz, José Antonio Domínguez, sostiene que esta infraestructura es “insostenible” a largo plazo y que “no cumple el objetivo con el que se proyectó”. El problema, opinó ayer, es que el Ayuntamiento “es rehén de colectivos como los piragüistas o los navegantes”. Domínguez consideró “un paso” el hecho de que se vaya a restablecer la dinámica fluvial al menos unos días a la semana. Sobre todo si se tiene en cuenta que en los últimos diez años “no ha habido cambios”. Instó, no obstante, a “ir más allá”. “El azud es un obstáculo transversal”, subrayó. El portavoz reconoció que las opiniones de vecinos y deportistas “son legítimas”, aunque opinó que las prácticas recreativas “deberían estar garantizadas de otra forma y no a costa de la salud del río”. También abogó por “cuidar la fauna autóctona” cuando se proceda a abatir las compuertas, ya que los cambios en la lámina de agua pueden provocar importantes afecciones a especies como las náyades.

 

 Fuente: Heraldo