¿Se va a vender la Torre del Agua de Zaragoza? La DGA apuesta por su “comercialización”

Zaragoza 14 de Noviembre de 2023

El presupuesto de Aragón para 2024 contempla una inversión de 625.000 euros en el edificio diseñado por Enrique de Teresa y 2,5 millones hasta 2027, para arreglar las luminarias y otros desperfectos sufridos por el paso del tiempo y la falta de inyección económica que sí se ha dado al Pabellón Puente.

Para los ‘cacahuetes’ que el anterior Ejecutivo quiso convertir en pisos para jóvenes habrá 20 millones en cuatro anualidades sin tener un uso definido y con la idea de comenzar las obras el año que viene con 4 millones consignados.

El frente fluvial del recinto de Ranillas recibirá casi 2,9 millones para su reparación pero a partir del año 2025.

Quince años después de la Expo de Zaragoza de 2008el futuro de los inmuebles en desuso volverá a entrar en las prioridades de un presupuesto de Aragón que, solo para 2024, suscita una gran incógnita: ¿se va a poner a la venta la Torre del Agua? Todo cabe dentro de la justificación del gasto que aporta Expo Zaragoza Empresarial, la sociedad que gestiona este y otros iconos de la muestra internacional, cuando habla de «impulsar la comercialización» del edificio diseñado por el arquitecto Enrique de Teresa.

Así es como se explica una inversión que rondará los «4,78 millones de euros» solo para el próximo ejercicio en trabajos dentro del recinto de Ranillas. Solo para este edificio emblemático hay 625.000 euros el próximo año, y otros tantos previstos en 2025, 2026 y 2027. Es decir, una puesta a punto a fuego lento que sumará 2,5 millones en cuatro anualidades.

No obstante, el grueso de esos 4,78 millones consignados para el próximo ejercicio en las cuentas de la sociedad pública que gestiona el recinto de Ranillas y este icono emblemático, se lo lleva el inicio de las obras en los edificios Ebro 4 y 5, más conocidos por ser los ‘cacahuetes’ que el anterior Gobierno planteó dedicarlos a levantar pisos para jóvenes. Una idea ya desterrada por el actual Ejecutivo que dirige Jorge Azcón.

Para la reconversión de estos dos inmuebles hay más dinero que definición en estos momentos. El actual presupuesto, presentado la semana pasada, contempla la inversión de 20 millones de euros entre 2024 y 2027. Con 4 millones en la primera anualidad, la mayor cuantía llegará en 2025 con otros 10,5 y dejando para 2026 los 5,5 restantes para completar su reconversión futura.

¿Para hacer exactamente qué en ellos? Lo único que queda claro en estos momentos son dos cosas: que no se harán pisos, ya que sería contradictorio que Azcón impulsara allí las viviendas que rechazó ya en su día siendo alcalde de Zaragoza, y que su destino es, al igual que en el caso de la Torre del Agua, su «comercialización»

El edificio no está en el mercado ahora

Y es que el objetivo es compartido para estos tres edificios y así lo explicita el presupuesto presentado la semana pasada: «El Plan Plurianual de Inversiones de la sociedad incluye para 2024 el comienzo de la reconversión de los edificios Ebro y del acondicionamiento de la Torre del Agua para impulsar su comercialización».

¿Alquiler o venta? En ambos casos el término es válido, pero el Gobierno aún no ha dejado claro si su objetivo es trapasar la propiedad o arrendarlos como ocurre con el resto del parque empresarial Dinamiza, que por cierto ya supera una ocupación del 97% del espacio disponible. Sin embargo, solo el hecho de tener dinero previsto para estos inmuebles en las cuentas del año próximo ya es un importante y novedoso paso hacia adelante.

Aunque desde el Gobierno de Aragón han remarcado este martes que “no se ha iniciado ningún proceso de comercialización en marcha” con la Torre del Agua ni se están estudiando ofertas. El edificio no está en el mercado ahora. ¿Y en 2027? El tiempo lo dirá, desde luego el presupuesto sí marca claramente el objetivo final. 

Este año ninguno de ellos ha recibido un solo euro en obras. De hecho, en los últimos ejercicios, solo el Pabellón Puente ha visto entrar una inyección económica procedente de las arcas autonómicas. Concretamente han sido un total de 3.868.704,94 euros desde diciembre de 2019 en el icono diseñado por la arquitecta Zaha Hadid y que ya ha reabierto sus puertas convertido en el museo Mobility City.

2,8 millones para el frente fluvial

Otro de los espacios que recibirá un impulso económico importante por parte de Expo Zaragoza Empresarial será el frente fluvial del Ebro. Si bien para 2024 no se ha consignado ni un solo euro, algo que se viene repitiendo desde hace varias anualidades, sí está previsto que entre 2025 y 2027 se inviertan casi 2,9 millones de euros en su recuperación. Aunque igual para entonces ya quede muy poco de los elementos artísticos que le convirtieron en un espacio envidiable para la Expo, lo cierto es que solo la zona de lo que fueron los restaurantes de la muestra internacional es competencia de la DGA. Del resto se ocupa el Ayuntamiento de Zaragoza, que tampoco ha dedicado fondos a su mantenimiento o recuperación en los últimos presupuestos municipales.

odo se ha deteriorado muchísimo en 15 años, entre otras cosas por el escaso esfuerzo inversor de la DGA y del consistorio, pero al menos ahora en el horizonte están los primeros 400.000 euros previstos por el Ejecutivo autonómico para su restauración. Será en la anualidad de 2025 y otros 2,4 millones entre 2026 y 2027. En total sumarán 2.879.954 euros en tres años.

El futuro del recinto de Ranillas, su reconversión, y el de sus iconos en desuso lleva años persiguiendo a los partidos que han gobernado la comunidad desde que la Expo cerró sus puertas el 14 de septiembre de 2008. La pos-Expo le confió la Torre del Agua a la CAI, que acabó renunciando a ella y teniendo que indemnizar a Expo Zaragoza Empresarial.

En los últimos ejercicios, todos los esfuerzos se han centrado en el parque empresarial, en el que se han invertido 73.780.420,56 euros entre 2009 y 2023, o en la Ciudad de la Justicia, donde se han metido 50.031.482,61 euros desde junio de 2011 y aún faltan 1.478.295,82 que llegarán en 2025.

Ahora la prioridad es la Torre del Agua, a la que hay que empezar a cambiar luminarias y reparar desperfectos para poner en el mercado un icono sobresaliente que adolece del paso del tiempo y la desidia inversora en 15 años.

Fuente: El Periódico